Hay vida después de la crisis. José Carlos Díez
Unos días antes del lunes negro de 1929, Fisher afirmó en uno de sus informes que la bolsa de Nueva York no estaba sobrevalorada. Un año más tarde la bolsa había caído un 30 %. Siendo coherente con sus análisis y con sus principios, entendió que en 1930 el precio de las acciones estaba bajísimo e invirtió su patrimonio personal y el de su familia política en bolsa. En 1932 la bolsa acumulaba una caída del 80 % desde 1929, así que Fisher había dilapidado su patrimonio y la fortuna de sus suegros.
APRENDER DE LOS ERRORES
Un año después Fisher reconoció su error y lo analizó en un artículo titulado «La deflación de activos y la teoría de las grandes depresiones», publicado en la prestigiosa revista Econometrica. Su análisis sigue siendo un referente para los economistas y una guía perfecta para entender la crisis actual que padecemos, y, lo que es más importante, para diseñar la política económica que nos saque de ella.
Al estudiar los ciclos económicos en Estados Unidos, Fisher identificó otras dos depresiones anteriores en ese país, ambas en el siglo XIX; una en los años veinte y otra en los años setenta.
Ningún ciclo ni ninguna crisis es igual a la anterior, pero Fisher observó ciertas constantes en esas tres graves crisis:
en todas ellas se dio una primera fase de sobreendeudamiento que fue seguida de algún acontecimiento que provocó la deflación de activos, la descapitalización del sistema bancario y el colapso del crédito que arrastró las economías hacia dinámicas depresivas y deflacionistas.
Estos tres episodios identificados por Fisher fueron precedidos por un intenso período de sobreendeudamiento y euforia financiera. Tal y como explican otros dos grandes economistas actuales, Carmen Reinhart y Kenneth Rogoff, durante cada uno de esos períodos siempre hubo argumentos para pensar que aquella vez sería diferente y que la burbuja financiera no acabaría en desastre.
Teniendo en cuenta que Irving Fisher, uno de los grandes economistas de la historia, que dedicó toda su vida al estudio no fue capaz de anticipar la Gran Depresión, es comprensible y humano que economistas, gobiernos, empresas y familias tampoco pudieran anticipar la magnitud del tsunami financiero que se nos venía encima en 2007.
Teniendo en cuenta que Irving Fisher, uno de los grandes economistas de la historia, que dedicó toda su vida al estudio no fue capaz de anticipar la Gran Depresión, es comprensible y humano que economistas, gobiernos, empresas y familias tampoco pudieran anticipar la magnitud del tsunami financiero que se nos venía encima en 2007.
Me da pena Fisher porque aunque era economista no pudo saber sobre las crisis que se avecinaba y perdió dinero y lo malo es que gente que no sepa de economía e invierta en empresas que luego al haber una crisis pierda dinero ,no tienen la culpa que no lo sepan y no deberian perder dinero por no saber de economia.espero que entienda lo que le quiero comunicar. Soy Lidia
ResponderEliminarUnos días antes de la Gran crisis de 1929, no tenia que haber invertido en la bolsa sin saber las consecuencias que le podria traer aun siendo un economista, en su caso la bolsa cayó y el y su familia se arruinó. Yo pienso que esto hoy en dia pasa a mucha gente que sin entender o entendiendo de inversiones invierten y unas podrán tener suerte pero nadie sabe lo que puede pasar y nadie sabe cuando se aproxima otra crisis.
ResponderEliminarFisher un economista clásico que no pudo hacer un análisis bueno de la realidad económica del momento y que mas tarde fue capaz de reconocer su error e invertir todo su patrimonio personal y el de la familia. Un gesto que pocos economistas tienen después de cometer un error y reconocerlo públicamente.
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ResponderEliminarGracias al error de Fisher y posteriormente su reconocimiento y rectificacion de este con la publicacion de su articulo, los economistas, aunque ya saben lo que hacen, tienen un nuevo punto de referencia, a la hora de actuar ante nuevas crisis que se puedan producir y no volver a cometer un error como este.
ResponderEliminarIrving Fisher fue un economista estadounidense que contribuyó a difundir las ideas económicas neoclásicas en Estados Unidos. Él estaba menos preocupado por la búsqueda de un fundamento ético del mercado y más por la validez de las hipótesis y la corrección de los razonamientos.A raíz de la Gran Depresión, Fisher expuso una explicación de las crisis y el ciclo económico, que se conoce como "teoría de la deflación de la deuda",5 que atribuyó la crisis a la explosión de una burbuja de crédito, que desencadena una serie de efectos que tienen un impacto negativo en la economía real.
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